Estos
días pasados me llamó la atención un juguete aparentemente normal. ¿Por qué? Porque
cada vez que lo veía en funcionamiento no podía por menos que cogerlo para observarlo. Despertaba mi curiosidad y me surgían constantemente preguntas sobre su
funcionamiento.
Según Rabindranath
Tagore “hacer preguntas es prueba de que se piensa”, efectivamente estaba
pensando, pero ¿pensaba en la dirección correcta? ¿No sería mejor tener
respuestas? Llegado a este punto, me encontré con una frase de Claude Lévi
Strauss que dice así: “El sabio no es el hombre que proporciona las respuestas
verdaderas, es el que formula las preguntas verdaderas”.
No sé
si las mías eran preguntas verdaderas, por supuesto tampoco soy sabia, pero
si tengo claro que no quiero ser una ignorante, así que por algún lugar tendré que empezar.
Os
presento al juguete en funcionamiento: