El
pasado 5 de mayo se celebró una nueva edición de la carrera de la mujer en
Madrid. En esta ocasión y animada por una amiga que estaba muy interesada en
correrla, me decidí a participar. Además el destino benéfico de las aportaciones por la inscripción (la lucha contra el cáncer y la violencia de género) era un incentivo más. Como en la
mayoría de las carreras, entregan una bolsa para el deportista que contiene
diferentes productos de los patrocinadores. Me llamó la atención la siguiente lata por su color:
Como
podéis observar es una edición especial dedicada al evento y es rosa, como las
camisetas que proporcionaban para formar la marea que pretendían que invadiera las calles
de Madrid.
Al llegar
a casa y observarla, se me vino a la cabeza la siguiente pregunta ¿es de adorno
o es para beberla? Esta pregunta no es muy profunda, pero como lo importante es
empezar a cuestionarse, tampoco me preocupé mucho ni intenté resolverla. Tras
este calentamiento previo de mi cerebro, inmediatamente pensé: ¿esta lata tiene
la misma capacidad que las que utilizamos normalmente? Con intención de despejar mis dudas, busqué
otra de las que consumo habitualmente y las comparé.
Vistas
las dos ¿Qué opináis?
Para
comprobar mi hipótesis, me puse manos a la obra y medí los dos envases.
¿Conociendo
las medidas se confirma lo que habíais supuesto?
Si
miramos la capacidad que se indica en ambos recipientes, vemos que:
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