En la mayoría de las ocasiones cuando hacemos un ejercicio
de matemáticas, prestamos muchísima atención a las destrezas nuevas que hemos
aprendido, pero las que ya conocemos o estamos convencidos de dominar, las pasamos
por alto y no somos metódicos en su realización. No son pocos los ejercicios en
los que observamos que nuestros alumnos conocen el procedimiento de resolución
y vemos que fallan en el cálculo o en los signos por lo que su nota se ve
considerablemente mermada.
Lo que llega a casa en estos casos, es la conocida frase: ha
sido por fallos tontos. Pero ¿qué pensáis que hubiera ocurrido con Clint Eastwood si no
hubiera prestado atención a sus cálculos? Echad un vistazo a la escena final de la película "La muerte tenía un precio" dirigida por Sergio Leone en el año 1965:
Desde luego el final de la película hubiera sido otro ¿no creéis?
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