Todos
sabemos, o deberíamos saber, que (a + b)2 = a2 +b2 +2ab
Cada
uno tiene su regla nemotécnica para recordar esta fórmula, pero hay una muy
especial que escribió Unamuno en su cancionero 225, y dice así:
Se
casaron a y b, y sus dos cuartos
ya
cuadrados al ir a juntar
traspasados
en letra amorosa,
norte a
sur, por común diagonal,
construyeron
la casa y se hallaron
con dos
amplias alcobas de más.
Dos
mellizos, a·b, sus dos hijos
le
llenaron el hueco al hogar
y
quedose cuadrada la casa
por la
regla de multiplicar.
Que forma más original de mezclar la Literatura con las Matemáticas.
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